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domingo, 7 de marzo de 2010

La Destructora de Naciones

Mi entrada de hoy va a sorprender a muchos, uno por que es la segunda en tres días (esto no sucedía desde hace muuucho tiempo jeje) y otra por el tema del que voy a tratar. 

Hay momentos en los que por los caprichos o casuales de la vida volvemos a hechos de nuestra infancia que nos hacen revivirla un poquito o, al menos, sacar una sonrisa. Yo he vuelto a una serie que me pilló en esa etapa de entre 11 y 15 años, a medio camino entre la infancia y la edad del pavo más absoluta, en la que los héroes y musas se forman y se retienen con más intensidad. A los que pertenezcan a generaciones anteriores a la mía y ahora pasen ya la treintena esta serie les producirá la risa al igual que a mí probablemente lo hagan series como H2O o alguna del estilo más reciente, pero sin embargo seguramente se sentirían identificados con la sensación si mencionara El equipo A o El coche fantástico, por no hablar de "V", aunque esa también llegó a marcarme a mí. 
Pues bien, la heroína que marcó mi paso de niña a mujer (esto ha sonado un tanto exagerado pero dejémoslo así) fue Xena, la princesa guerrera. 
Me fascinaba ese personaje, por fin una mujer guerrera entre tanto héroe hercúleo. 
Estos días he vuelto a ver la serie, que se puede ver online en los "yonkis", como ya conoce todo el mundo a la famosa web. Por supuesto, mis ojos adultos que han perdido vagamente la inocencia son capaces de apreciar las fantasmadas propias de la serie y las faltas históricas, pero sin embargo ahora estoy todavía más reafirmada de que fue una gran producción y que es perfectamente comprensible que haya permanecido en la memoria y en los corazones de tanta gente. El personaje de Gabrielle, evitando hablar de la inevitable polémica que la productora bien supo explotar del tema del lesbianismo, es un cúmulo de valores que hacen de la serie más que idónea para el público juvenil. 
Pero hoy no quiero hablar de Gabrielle, sino de mi musa, Xena, y más en concreto de la mujer que se ocultó detrás de ella: Lucy Lawless. 
La fascinación que provocó Xena en mí derivó en la curiosidad por la actriz, así que me puse a leer sus biografías por internet. Me sorprendió y agradó de modo sublime descubrir que Lucy es lo más parecido a Xena que se pudo encontrar en todo el planeta, sin contar que el físico le va que ni pintado. 
Después de que seis actrices rechazaran (o fueran rechazadas, la versión varía según la fuente) el papel para ser la intérprete de la cruel princesa guerrera en uno de los capítulos de Hércules y sus viajes legendarios, Lucy aceptó el papel y participó como Xena en tres capítulos de Hércules, pasando más tarde a protagonizar su propia serie tras la atención generada por el personaje en Hércules. 
Físicamente Lucy es una mujer alta, 1,80 m para ser exactos, con un cuerpo que yo calificaría como exhuberante, de rostro poderoso y unos ojos de esos que brillan en la oscuridad. Tiene una de esas caras que atraen la atención no por una belleza delicada, sino por el poder que desprenden, que por supuesto, va en aumento si hay una buena personalidad que lo respalde. 
Cuando leí su historia me quedé todavía más impresionada. Esta mujer neozelandesa apasionada del jazz y la ópera (en la que entrenó su voz, pues también es cantante) pasó una temporada de su juventud recogiendo uvas en el Rhin, lo que le permite hablar francés, alemán y un poco de italiano, viviendo a base de "cigarrillos y café" cuando el dinero escaseaba. Cuando regresó a Nueva Zelanda trabajó como ¡minera! y pocos años después, tras casarse con su novio del instituto y tener una hija, fue coronada Miss New Zeland en 1989. 
De ahí a Xena no había más que destino, en mi humilde opinión. 
Por si su biografía no me hubiera parecido bastante satisfactoria, encontré una entrevista sobre su actuación en la serie Spartacus, en la que queda más que patente su arrebatadora personalidad, su sentido del humor y, sobre todo, su humanidad, lejos de las estiradas y prepotentes divas de hollywood a las que estamos acostumbradas. Una mujer que habla de tú a tú, y nos cuenta su trabajo como si fueramos un amigo sentado en una cafetería, tan sorprendida de él como si fuera su primer día. 
También encontré el spot que ha hecho recientemente para apoyar la lactancia materna, ¡olé!

Después de tanto piropo a mis dos heroínas reunidas en una, os dejo el vídeo para que lo comprobéis y de paso paséis un buen rato, pues no deja de ser cómico (¿¿¿¡¡¡una peluca púbica!!!???).




PD: que hagan una peli sobre Xena ya!!!!!!!!!!!!!!

1 comentario:

Kaoru dijo...

Yo también adoraba Xena, y Hércules, pero la verdad es que la mitología se la pasaban por el forro. De todas maneras, para los que nos gusta la mitología, y más siendo jóvenes, eran geniales.
Lucy Lawless es espectacular, y vaya voz tiene...