Algunos sabéis, otros no, que la profesión que tengo por vocación no es el diseño, sino la escritura.
En las últimas semanas hemos estado grabando un booktrailer para promocionar mi novela, a la venta en España, en estas Navidades. Las escenas han sido rodadas en Ljubljana y el 90% de sus participantes han sido eslovenos, gente maravillosa dispuesta a colaborar y entusiasta hasta la médula, que han hecho un trabajo brillante. La actriz es también eslovena y hemos podido contar en el estudio de Radio Studenti, donde grabamos las voces, con una locutora que ha puesto su voz para la versión inglesa y eslovena. Por fin puedo compartir un pedacito de mi libro con mi gente fuera de las fronteras linguísticas españolas.
Aquí tenéis el resultado.
Muchas gracias a todos los que han participado en él, desde las chicas que nos ayudaron a acceder a la azotea del edificio a la maquilladora, pasando por todos los demás. Agradecimientos especiales a Matej, que se tomó el proyecto como algo personal, y a Jesús V Bellón, que se pasó noches enteras peleándose con las animaciones.
¡Que lo disfrutéis!
domingo, 12 de diciembre de 2010
viernes, 12 de noviembre de 2010
The Straight Story... no hay palabras.
Esta mañana, leyendo una crítica de otra película, uno de los posteadores recomendó una película de Disney que, hasta hoy, yo no conocía: The Straight Story (Una historia verdadera en España).
La película del director David Lynch está basada en el caso real de Alvin Straigh, quien en el verano de 1994 realizó un viaje de 390 km en su pequeña segadora John Deere para ver a su hermano con el que no se hablaba desde hacía 10 años.
He leído críticas de todo tipo aunque predomina quien, en mi opinión, le da un enardecido sobresaliente, colocándola con una puntuación de 8.0 en IMDB.
Los que la detestan, la tachan de aburridos, alegando que qué demonios hay de interesante en hacer una película sobre un anciano haciendo un viaje en segadora para ver a su hermano.
El resto, aquellos que disfrutamos con una película con alma, que nos haga pensar y que tenga valores mucho más allá del entretenimiento del pueblo, os diremos que pocas películas calan tan profundo como ésta. Una historia donde las circunstancias de la vida quedan reflejadas en cada una de las personas que Alvin se encuentra a su camino.
Podría decirse que ya os he contado la película, pero eso es lo mejor, que aún habiendo resumido su argumento, uno se sorprenderá la primera vez, y repetirá sin dejar de emocionarse.
Un nombre se me ha quedado grabado en la memoria: el de su actor principal, Richard Farnsworth, quien en la última hora y media me ha deleitado con la que podría clasificar como la mejor actuación que he visto jamás en el cine. Una pena que lo haya conocido cuando ya no está entre nosotros. Desde aquí mi pequeño homenaje a este magnífico actor que nos ha dejado una de las mejores películas de la historia, en opinión de esta humilde espectadora.
La película del director David Lynch está basada en el caso real de Alvin Straigh, quien en el verano de 1994 realizó un viaje de 390 km en su pequeña segadora John Deere para ver a su hermano con el que no se hablaba desde hacía 10 años.
He leído críticas de todo tipo aunque predomina quien, en mi opinión, le da un enardecido sobresaliente, colocándola con una puntuación de 8.0 en IMDB.
Los que la detestan, la tachan de aburridos, alegando que qué demonios hay de interesante en hacer una película sobre un anciano haciendo un viaje en segadora para ver a su hermano.
El resto, aquellos que disfrutamos con una película con alma, que nos haga pensar y que tenga valores mucho más allá del entretenimiento del pueblo, os diremos que pocas películas calan tan profundo como ésta. Una historia donde las circunstancias de la vida quedan reflejadas en cada una de las personas que Alvin se encuentra a su camino.
Podría decirse que ya os he contado la película, pero eso es lo mejor, que aún habiendo resumido su argumento, uno se sorprenderá la primera vez, y repetirá sin dejar de emocionarse.
Un nombre se me ha quedado grabado en la memoria: el de su actor principal, Richard Farnsworth, quien en la última hora y media me ha deleitado con la que podría clasificar como la mejor actuación que he visto jamás en el cine. Una pena que lo haya conocido cuando ya no está entre nosotros. Desde aquí mi pequeño homenaje a este magnífico actor que nos ha dejado una de las mejores películas de la historia, en opinión de esta humilde espectadora.
jueves, 11 de noviembre de 2010
Ten personalidad, ¡cómprate un Corsa!
Me acaba de llegar un correo que me ha dejado alucinada, aunque ya creo que no hay nada que pueda sorprenderme, sobre todo en cuanto a publicidad se refiere.
El título del correo es:
"Sí eres 100% personalidad, este es tu sitio"
y dice el cuerpo del texto
"Tener personalidad tiene sus ventajas.
Opel te invita al Club Mundo Corsa, un lugar muy especial donde simplemente por registrarte, disfrutarás de ventajas increíbles.
Tú, te mereces ser miembro de nuestro club porque llevas la personalidad de serie, como el Opel Corsa.
En el Club Mundo Corsa podrás crear una Lista Musical Corsa en Spotify. También podrás subir tus mejores fotografías relacionadas con la temática que te propongamos. Ganar fines de semana con tus amigos a bordo de un Opel Corsa. Encontrarás entradas para conciertos, descuentos especiales con mucha personalidad..."
Me pregunto yo: ¿qué diablos significa hoy en día tener personalidad? ¿Tener dinero, amigos, escuchar música en Spotify, tener Facebook? Es curioso que, cada minuto que malgasto en el Facebook tengo la sensación de estar "perdiendo un poco de personalidad". Personalidad viene de persona, lo que signfica un ente individual. Hoy en día el marketing nos mete por los ojos que tenermos que comprar esto o aquello para "tener personalidad", para sentirnos "únicos". ¡Y luego hay diez mil personas por la calle que llevan o tienen lo mismo que tú! ¿Qué hay de único y personal en eso?
En fin... que cada uno le de a este anuncio su interpretación. La mía es la risa irónica.
martes, 9 de noviembre de 2010
La nueva generación de cerdos ¿felices?
Acabo de leer por el Tuenti una carta de una profesora, hastiada hasta la médula de las contestaciones que cosecha en sus clases de Geografía e Historia, fruto de la influencia de esa nueva remesa de "sabios de la calle" que encabeza Belén Estéban.
Es algo que también yo veo cada día y sufro en carne propia siendo escritora, pues hoy en día la gente se desangra si tiene que gastar 15 euros al mes en un libro, pero despilfarran 100 en ropa casi cada semana.
Es un tema realmente alarmante, y me aterra la posibilidad de que mis hijos se conviertan en lo que ahora abunda, gente que se autoproclama sabia por renegar de todo lo que huele a cultura, ya que "no es guay". Si somos lo que somos es gracias a la cultura. Esos machitos cuyas prioridades en la vida por orden alfabético son su coche y su cubata, no tendrían un coche de no haber sido por las matemáticas y la física, y no tendrían su cubata de no haber sido por que mucha gente a lo largo de la historia dedicó su vida a experimentar con la fruta y los cereales hasta conseguir una bebida refinada. Tampoco tendrían un vaso en el que beberla si alguien no hubiese manipulado la arena hasta conseguir el vidrio. No tendríamos hamburguesas, ni iPhones, ni ordenadores ni internet. Viviríamos como todavía viven algunas tribus en la Selva, aunque quizá así el mundo estaría mejor. Quizá debiésemos invitar a todas estas personas que dicen que no necesitan saber todas estas cosas para vivir a que se muden a la selva, ya que ahí es donde realmente no lo necesitan. En esta sociedad en la que vivimos hoy, se requieren ciertos conocimientos sobre ella para ser "útil" a la comunidad, principio básico NATURAL de toda especie. Así hemos creado la sociedad decadente en la que caminamos hoy, dejando que los nuevos "ignorantes que todo lo saben" se multipliquen. Llevan por lema "mejor ser un cerdo feliz que un sabio infeliz" pero yo me pregunto, ¿son realmente felices hoy en día? Yo no lo creo.
Aquí os dejo la carta de la profesora.
El síndrome Belén Esteban
Como profesora, las preguntas de los alumnos que más me cuesta responder convincentemente son sobre porqué hay que estudiar cosas que a ellos les parecen inútiles o absurdas, como la Historia o la Geografía. Yo tengo claro qué me aportan a mí, pero de todas las razones que hay para estudiar estas cosas, yo les hago hincapié en lo necesarias que son estas disciplinas para comprender el mundo en el que viven: las coordenadas de espacio y tiempo, que al fin y al cabo son las que tratan la Geografía y la Historia , nos ayudan a conocer el sitio que ocupamos en el mundo y a comprender de dónde vienen todas nuestras realidades. Que todo eso les puede parecer ajeno y absurdo, pero que muchas de las cosas que estudian tienen que ver con su vida real y que, quieran o no, les afectan.
Por ejemplo, ¿quieres saber por qué tienes a tu lado a un compañero que viene de Ecuador? ¿por qué habla el mismo idioma que tú? ¿quieres entender por qué un señor, por nacer con el apellido Borbón, va a ser "rey" y el Estado Español le va a dar mucha pasta (que vendrá de los impuestos que tú pagues de mayor)? ¿por qué lo que digan unos señores europeos en Bruselas va a repercutir - y mucho - en tu vida? Todo eso es geografía. Todo eso es Historia.
Algunos entienden qué quiero decir, otros no. Yo no llevo mal las preguntas, las protestas... son críos. Es normal. Donde me desarman del todo y me dejan sin respuestas es cuando me dicen que todo eso les da igual. Que para qué quieren saber dónde está Marruecos, si no van a ir nunca. Para qué conocer el tipo de elecciones que hay en España, si ellos no tienen la intención de votar jamás. Que les resbala que haya una guerra en Irak, que media África se esté muriendo de hambre o que la Unión Europea diga "bla". Si ni siquiera les interesa eso, imaginaos lo complicado que me resulta hacer que se interesen por lo que hacían señores de hace cinco siglos, por muy apasionante que yo intente pintarlo.
Y, Lo que llevo peor con diferencia, es esa actitud de orgullo con el que exhiben su ignorancia y su cortedad de miras. Esa actitud de "no sirve para nada, no me interesa. Eso que cuentas y a lo que dedicas tu vida es una mierda. Yo quiero jugar a la Play / irme de compras al Centro Comercial y ya". La tienen conmigo, que enseño Historia, pero también que los profes de lengua, de biología, de matemáticas. El desprecio por los libros, por el Arte, por la Cultura , por las Ciencias... no es algo tan raro, y puede conmigo.
Últimamente esa actitud está más de moda que nunca. Tenemos una perfecta encarnación en la dichosa Belén Esteban, que no sabe nada, no quiere saber nada y se jacta de ello. La mala educación, la zafiedad y la ignorancia puestos en un pedestal día tras día. Todo el mundo la aplaude porque ella es "auténtica" (signifique lo que signifique eso). Conozco a mucha gente a la que le gusta ver a la Esteban y es curioso, porque hay toda clase de personas entre su público. Entre ellos, los que más me llaman la atención son dos tipos: la gente que tiene (o cree que tiene) más educación que ella y la ve como un divertimento, incluso algunos como un consuelo (yo soy mejor que ella), o los que son como ella, que han visto como la ignorancia y la mala educación también te pueden hacer triunfar en la vida y que hay que sentirse orgulloso de ello. Eso me da miedo: que se extienda y que sirva de ejemplo a más bobos, que opinen que el no saber nada es estupendo. Que el presumir de ser zafio e inculto se convierta en políticamente correcto y sea bien visto.
Como profesora, las preguntas de los alumnos que más me cuesta responder convincentemente son sobre porqué hay que estudiar cosas que a ellos les parecen inútiles o absurdas, como la Historia o la Geografía. Yo tengo claro qué me aportan a mí, pero de todas las razones que hay para estudiar estas cosas, yo les hago hincapié en lo necesarias que son estas disciplinas para comprender el mundo en el que viven: las coordenadas de espacio y tiempo, que al fin y al cabo son las que tratan la Geografía y la Historia , nos ayudan a conocer el sitio que ocupamos en el mundo y a comprender de dónde vienen todas nuestras realidades. Que todo eso les puede parecer ajeno y absurdo, pero que muchas de las cosas que estudian tienen que ver con su vida real y que, quieran o no, les afectan.
Por ejemplo, ¿quieres saber por qué tienes a tu lado a un compañero que viene de Ecuador? ¿por qué habla el mismo idioma que tú? ¿quieres entender por qué un señor, por nacer con el apellido Borbón, va a ser "rey" y el Estado Español le va a dar mucha pasta (que vendrá de los impuestos que tú pagues de mayor)? ¿por qué lo que digan unos señores europeos en Bruselas va a repercutir - y mucho - en tu vida? Todo eso es geografía. Todo eso es Historia.
Algunos entienden qué quiero decir, otros no. Yo no llevo mal las preguntas, las protestas... son críos. Es normal. Donde me desarman del todo y me dejan sin respuestas es cuando me dicen que todo eso les da igual. Que para qué quieren saber dónde está Marruecos, si no van a ir nunca. Para qué conocer el tipo de elecciones que hay en España, si ellos no tienen la intención de votar jamás. Que les resbala que haya una guerra en Irak, que media África se esté muriendo de hambre o que la Unión Europea diga "bla". Si ni siquiera les interesa eso, imaginaos lo complicado que me resulta hacer que se interesen por lo que hacían señores de hace cinco siglos, por muy apasionante que yo intente pintarlo.
Y, Lo que llevo peor con diferencia, es esa actitud de orgullo con el que exhiben su ignorancia y su cortedad de miras. Esa actitud de "no sirve para nada, no me interesa. Eso que cuentas y a lo que dedicas tu vida es una mierda. Yo quiero jugar a la Play / irme de compras al Centro Comercial y ya". La tienen conmigo, que enseño Historia, pero también que los profes de lengua, de biología, de matemáticas. El desprecio por los libros, por el Arte, por la Cultura , por las Ciencias... no es algo tan raro, y puede conmigo.
Últimamente esa actitud está más de moda que nunca. Tenemos una perfecta encarnación en la dichosa Belén Esteban, que no sabe nada, no quiere saber nada y se jacta de ello. La mala educación, la zafiedad y la ignorancia puestos en un pedestal día tras día. Todo el mundo la aplaude porque ella es "auténtica" (signifique lo que signifique eso). Conozco a mucha gente a la que le gusta ver a la Esteban y es curioso, porque hay toda clase de personas entre su público. Entre ellos, los que más me llaman la atención son dos tipos: la gente que tiene (o cree que tiene) más educación que ella y la ve como un divertimento, incluso algunos como un consuelo (yo soy mejor que ella), o los que son como ella, que han visto como la ignorancia y la mala educación también te pueden hacer triunfar en la vida y que hay que sentirse orgulloso de ello. Eso me da miedo: que se extienda y que sirva de ejemplo a más bobos, que opinen que el no saber nada es estupendo. Que el presumir de ser zafio e inculto se convierta en políticamente correcto y sea bien visto.
"Eh, que yo no quiero ayuda de nadie, que no necesito ayuda, leche" dice la Esteban en un momento de estos cuatro minutos de despropósitos. "Como yo no he pillado esa revolución -la industrial- tres narices me importa"- un argumento que podría haber empleado uno de mis peores alumnos.
En fin... lo grande es que estoy convencida de que la mayor parte del público (y muchos de los de las mesas) no tenían ni idea de que la chica estaba metiendo la zarpa hasta el fondo y más allá y reían y aplaudían porque lo decía el regidor.
Entendedme: yo no critico a la gente que no sabe. Yo no sé mucho de tantísimas cosas... tampoco creo que tenga que ser motivo de vergüenza el no haber estudiado, el no hablar correctamente o el tener lagunas de conocimiento. Lo que me revienta es la actitud contraria, la exhibición con orgullo de la ignorancia y el menosprecio a cualquier cosa que huela a sapiencia. Me duele el desprecio a la educación, en todos sus sentidos. Me duele... y me da una pena que me muero.
En fin... lo grande es que estoy convencida de que la mayor parte del público (y muchos de los de las mesas) no tenían ni idea de que la chica estaba metiendo la zarpa hasta el fondo y más allá y reían y aplaudían porque lo decía el regidor.
Entendedme: yo no critico a la gente que no sabe. Yo no sé mucho de tantísimas cosas... tampoco creo que tenga que ser motivo de vergüenza el no haber estudiado, el no hablar correctamente o el tener lagunas de conocimiento. Lo que me revienta es la actitud contraria, la exhibición con orgullo de la ignorancia y el menosprecio a cualquier cosa que huela a sapiencia. Me duele el desprecio a la educación, en todos sus sentidos. Me duele... y me da una pena que me muero.
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Natalia Corbillón
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Crónicas de diario,
Historeando
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jueves, 4 de noviembre de 2010
Spots que hacen historia
Últimamente se me ha dado por los vídeos, y en los últimos minutos me he entretenido recopilando spots publicitarios. La verdad es que este tema da para mucho y creo que le dedicaré más de una entrada. Divertidos, profundos, artísticos... hay anuncios de televisión que hacen que merezca la pena no hacer zapping entre tanta basura comercial, aunque la finalidad ya sabemos cual es.
Hay marcas que destacan por que sus anuncios son siempre muy buenos, ya sea el caso de Cocacola o Audi, verdaderos artistas haciendo anuncios. Me suelen gustar los anuncios de estas dos marcas porque rara vez apelan al sexo, el recurso más recurrido de forma cada vez más vulgar y menos efectiva. Excepción es aquel memorable anuncio de Cocacola Light en el que las mujeres de una oficina andaban revolucionadas con "la hora de la Cocacola light". Audi suele hacer anuncios en los que con el silencio son capaces de expresar toda una imagen de marca, y Cocacola nos tiene acostumbrados a apelar a los sentimientos de las personas, y el resultado de ello son anuncios que perduran en la memoria de una sociedad.
Aquí os dejo una primera selección, incluyendo también un spot que me impactó de la Campaña contra el Cáncer, que probablemente muchos recordaréis.
Este no lo había visto. Rompe la línea común de Audi, pero aún así es genial.
Hay marcas que destacan por que sus anuncios son siempre muy buenos, ya sea el caso de Cocacola o Audi, verdaderos artistas haciendo anuncios. Me suelen gustar los anuncios de estas dos marcas porque rara vez apelan al sexo, el recurso más recurrido de forma cada vez más vulgar y menos efectiva. Excepción es aquel memorable anuncio de Cocacola Light en el que las mujeres de una oficina andaban revolucionadas con "la hora de la Cocacola light". Audi suele hacer anuncios en los que con el silencio son capaces de expresar toda una imagen de marca, y Cocacola nos tiene acostumbrados a apelar a los sentimientos de las personas, y el resultado de ello son anuncios que perduran en la memoria de una sociedad.
Aquí os dejo una primera selección, incluyendo también un spot que me impactó de la Campaña contra el Cáncer, que probablemente muchos recordaréis.
Este no lo había visto. Rompe la línea común de Audi, pero aún así es genial.
jueves, 28 de octubre de 2010
La eterna pregunta de la democracia: ¿Libertad o libertinaje?
Después de recibir una invitación en Tuenti para firmar una protesta en contra de una película que se está proyectando en el Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges, me fui directamente a buscar un poco más de información sobre la misma, ya que no me gusta firmar nada sin antes tener un poco de conocimiento y poder forjarme mi propia opinión.
La película en cuestión lleva por título The Serbian film, como su nombre indica, de origen serbio. Por supuesto, no la he visto, pero por unanimidad de reportajes he leído que entre las brillanteces que ofrece hay "una escena de un parto en primer plano y la posterior violación del recién nacido delante de su madre ensangrentada", además de violaciones de mujeres y, por lo que se ve en el trailer, mucha sangre. He leído sin embargo, críticas positivas. Como para todo hay gente para todo, siempre se encuentra gente a favor y gente en contra, motivo por el cual la película ha llegado a incluírse dentro del programa. Ahora bien, ¿estoy en contra o a favor? ¿Se debe censurar o no? Cuando uno menciona la palabra censurar, prohibir o retirar, siempre saltan los buitres a tacharle a uno de fascista pero... ¿hasta dónde entonces se debe permitir? ¿debe haber un límite? y si es así, ¿quién decide dónde está ese límite? Lo pongamos donde lo pongamos, siempre habrá alguien a quien no le convenga o no le guste tenerlo en ese lugar.
Aún no he sabido contestarme a esta pregunta y aún no he firmado, pero he de admitir que la idea de la escenita me parece abominable. La mayoría de las críticas que le dan el aprobado justifican la película con la guerra vivida por el país de la antigua Yugoslavia, y el horror que se vivió en aquellos momentos, cuna de cintas como esta. Cuando oigo esto me vienen a la cabeza las palabras que el más conocido ilustrador esloveno, Miki Munster, le dijo un día tomando café a mi novio, también ilustrador, como consejo profesional:
"Hijo, hagas lo que hagas y como lo hagas, haz siempre algo que haga a la gente sentirse bien, pues ya hay demasiados problemas en el mundo como para añadir más pesimismo".
Y de ahí, salto a los japoneses, quienes del gran trauma que la guerra con los americanos (incluyendo dos ciudades literalmente arrasadas por una bomba nuclear), buscaron la evasión mediante la fantasía, creando así la cultura del anime como una forma de superar lo pasado.
Es una lástima que aún teniendo tanta historia para mirar y aprender de ella, todavía en el siglo XXI no sepamos ponerle una sonrisa al pasado y empezar de cero, sin continuar la interminable "violencia sólo engendra violencia".
Si os interesa saber más sobre esta protesta y tenéis Tuenti:
Protégeles en Tuenti
Protégeles
Ahorcarse con la cinta métrica
Un título sugerente que no se refiere a otra cosa que a la eterna lucha entre delgadez y gordura, que en los tiempos que corren y en mi personal opinión, se traduce entre la lucha entre la delgadez y la gordura.
El post de hoy lo ha provocado una noticia leída por casualidad en internet, en la que se contaba que a la diseñadora catalana Elena Miró le han prohibido desfilar en la pasarela de moda de Milán por llevar modelos con la talla 44 y superiores. Me pregunto cuál es el alegato a la prohibición, por que daño no le hacen a nadie. Quizá a las niñas raquíticas a las que les molesta cada vez más ver michelines alrededor.
Mi cuestión es, ¿quién tiene derecho a prohibir? ¿Es una cuestión de la organización de cada desfile? ¿Nacional? ¿Internacional? Lo que está claro es que los actos públicos y también los privados repercuten direcamente en la gente y, gracias las imágenes de los modelos, se ha creado una presión subyacente en la conciencia de las personas con respecto a la imagen que deben tener. Y ojo, porque he dicho personas y no "chicas". También los chicos han caído víctimas de esta visión. El problema es más extenso de lo que parece, ya que nó sólo se ha provocado una obsesión por estar más delgad@, sino que este hecho se extiende al entorno: los niños son rechazados en el colegio por el hecho de ser gordos, las parejas (novi@) ha de encajar en los cánones de belleza, la gente evita sentarse al lado de un gordo en el metro, tren... Si prestáis atención en vuestro día a día, veréis que tengo razón.
Podría considerarse que esto fuese una reacción natural de una sociedad contra lo que no es saludable, pero no nos equivoquemos, ¿acaso es más saludable una talla 32?
Llevo una orgullosa talla 40, lo que se considera también la talla L, es decir: la GRANDE, y en muchas ocasiones he tenido problemas para encontrar ropa de mi tamaño en centros de moda que todos conocemos como Zara, Berska, Mango y un largo etc... que aún por encima son originarios de mi tierra, dónde la típica mujer gallega siempre ha distado de tener una talla 36.
Como muchas mujeres, he hecho dietas en mi vida, y posiblemente las vuelva a hacer, pero no para llegar a una 36, es más, no para llegar a un número. La vida no se sustenta en números, sino en la salud.
- Adelgaza si tu cuerpo no se siente bien, si estás agotada todo el día, si te cuesta subir las escaleras... pero no adelgaces dejando de comer de golpe: muévete un poco más y cambia unas comidas por otras.
- ENGORDA si tu cuerpo no se siente bien, si estás agotada todo el día, si te duele la cabeza sin saber porqué.
He leído mil comentarios de actrices y modelos famosas que están obsesionadas con que no se ven bien en el espejo y entonces adelgazan más... y siguen sin verse bien. ¿no será que ese es el problema? ¿no será que no se ven bien porque están demasiado delgadas? o lo más probable, ¿porque lo que ven en el espejo es sólo una ilusión creada por todo este mundillo de la pasarela?
Este es un tema que hoy en día se trata en muchos sitios, tal vez incluso demasiado pocos, ya que la lucha no ha conseguido frenar en absoluto la abalancha de raquitismo que se impone en las imágenes. Hay modelos talla grande, certámenes talla grande, revistas talla grande... pero ¿dónde están en nuestro día a día? ¿porqué no vemos estas modelos en los posters jumbo cuando caminamos por la calle? ¿Acaso es que molestan a la vista, como las modelos talla 44 a los milaneses?
Comparad estas imágenes y contestadme a dos preguntas:
¿Qué os molesta más a la vista?
¿Qué os parece más saludable?
El post de hoy lo ha provocado una noticia leída por casualidad en internet, en la que se contaba que a la diseñadora catalana Elena Miró le han prohibido desfilar en la pasarela de moda de Milán por llevar modelos con la talla 44 y superiores. Me pregunto cuál es el alegato a la prohibición, por que daño no le hacen a nadie. Quizá a las niñas raquíticas a las que les molesta cada vez más ver michelines alrededor.
Mi cuestión es, ¿quién tiene derecho a prohibir? ¿Es una cuestión de la organización de cada desfile? ¿Nacional? ¿Internacional? Lo que está claro es que los actos públicos y también los privados repercuten direcamente en la gente y, gracias las imágenes de los modelos, se ha creado una presión subyacente en la conciencia de las personas con respecto a la imagen que deben tener. Y ojo, porque he dicho personas y no "chicas". También los chicos han caído víctimas de esta visión. El problema es más extenso de lo que parece, ya que nó sólo se ha provocado una obsesión por estar más delgad@, sino que este hecho se extiende al entorno: los niños son rechazados en el colegio por el hecho de ser gordos, las parejas (novi@) ha de encajar en los cánones de belleza, la gente evita sentarse al lado de un gordo en el metro, tren... Si prestáis atención en vuestro día a día, veréis que tengo razón.
Podría considerarse que esto fuese una reacción natural de una sociedad contra lo que no es saludable, pero no nos equivoquemos, ¿acaso es más saludable una talla 32?
Llevo una orgullosa talla 40, lo que se considera también la talla L, es decir: la GRANDE, y en muchas ocasiones he tenido problemas para encontrar ropa de mi tamaño en centros de moda que todos conocemos como Zara, Berska, Mango y un largo etc... que aún por encima son originarios de mi tierra, dónde la típica mujer gallega siempre ha distado de tener una talla 36.
Como muchas mujeres, he hecho dietas en mi vida, y posiblemente las vuelva a hacer, pero no para llegar a una 36, es más, no para llegar a un número. La vida no se sustenta en números, sino en la salud.
- Adelgaza si tu cuerpo no se siente bien, si estás agotada todo el día, si te cuesta subir las escaleras... pero no adelgaces dejando de comer de golpe: muévete un poco más y cambia unas comidas por otras.
- ENGORDA si tu cuerpo no se siente bien, si estás agotada todo el día, si te duele la cabeza sin saber porqué.
He leído mil comentarios de actrices y modelos famosas que están obsesionadas con que no se ven bien en el espejo y entonces adelgazan más... y siguen sin verse bien. ¿no será que ese es el problema? ¿no será que no se ven bien porque están demasiado delgadas? o lo más probable, ¿porque lo que ven en el espejo es sólo una ilusión creada por todo este mundillo de la pasarela?
Este es un tema que hoy en día se trata en muchos sitios, tal vez incluso demasiado pocos, ya que la lucha no ha conseguido frenar en absoluto la abalancha de raquitismo que se impone en las imágenes. Hay modelos talla grande, certámenes talla grande, revistas talla grande... pero ¿dónde están en nuestro día a día? ¿porqué no vemos estas modelos en los posters jumbo cuando caminamos por la calle? ¿Acaso es que molestan a la vista, como las modelos talla 44 a los milaneses?
Comparad estas imágenes y contestadme a dos preguntas:
¿Qué os molesta más a la vista?
¿Qué os parece más saludable?
imagen original: www.thehollywoodgossip.com |
imagen original: elmundo.es |
imagen original: Noticieros Televisa |
imagen original: www.thecatwalker.wordpress.com |
imagen original: tratamientosbelleza.com.ar |
imagen original: nouvellemode.com |
de nuevo, Lizzie Miller, considerada "Talla grande" en el mundo de la moda, imagen de Softpedia |
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