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jueves, 28 de octubre de 2010

La eterna pregunta de la democracia: ¿Libertad o libertinaje?

Después de recibir una invitación en Tuenti para firmar una protesta en contra de una película que se está proyectando en el Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges, me fui directamente a buscar un poco más de información sobre la misma, ya que no me gusta firmar nada sin antes tener un poco de conocimiento y poder forjarme mi propia opinión.
La película en cuestión lleva por título The Serbian film, como su nombre indica, de origen serbio. Por supuesto, no la he visto, pero por unanimidad de reportajes he leído que entre las brillanteces que ofrece hay "una escena de un parto en primer plano y la posterior violación del recién nacido delante de su madre ensangrentada", además de violaciones de mujeres y, por lo que se ve en el trailer, mucha sangre. He leído sin embargo, críticas positivas. Como para todo hay gente para todo, siempre se encuentra gente a favor y gente en contra, motivo por el cual la película ha llegado a incluírse dentro del programa. Ahora bien, ¿estoy en contra o a favor? ¿Se debe censurar o no? Cuando uno menciona la palabra censurar, prohibir o retirar, siempre saltan los buitres a tacharle a uno de fascista pero... ¿hasta dónde entonces se debe permitir? ¿debe haber un límite? y si es así, ¿quién decide dónde está ese límite? Lo pongamos donde lo pongamos, siempre habrá alguien a quien no le convenga o no le guste tenerlo en ese lugar.
Aún no he sabido contestarme a esta pregunta y aún no he firmado, pero he de admitir que la idea de la escenita me parece abominable. La mayoría de las críticas que le dan el aprobado justifican la película con la guerra vivida por el país de la antigua Yugoslavia, y el horror que se vivió en aquellos momentos, cuna de cintas como esta. Cuando oigo esto me vienen a la cabeza las palabras que el más conocido ilustrador esloveno, Miki Munster, le dijo un día tomando café a mi novio, también ilustrador, como consejo profesional:
"Hijo, hagas lo que hagas y como lo hagas, haz siempre algo que haga a la gente sentirse bien, pues ya hay demasiados problemas en el mundo como para añadir más pesimismo".
Y de ahí, salto a los japoneses, quienes del gran trauma que la guerra con los americanos (incluyendo dos ciudades literalmente arrasadas por una bomba nuclear), buscaron la evasión mediante la fantasía, creando así la cultura del anime como una forma de superar lo pasado.
Es una lástima que aún teniendo tanta historia para mirar y aprender de ella, todavía en el siglo XXI no sepamos ponerle una sonrisa al pasado y empezar de cero, sin continuar la interminable "violencia sólo engendra violencia".

Si os interesa saber más sobre esta protesta y tenéis Tuenti:

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1 comentario:

Sékioz de Niafre dijo...

Su HTML no es aceptable: Must be at most 4,096 characters.
Como si ese fuese un problema sin solución:
http://www.mediafire.com/?cij30k1ghb817o1